¿Cuáles son las necesidades educativas especiales?

Si tu pasión es la enseñanza, estás optando por estudiar una licenciatura relacionada a ello, y te estás preguntando: ¿Qué son las Necesidades Educativas Especiales (NEE)? y deseas saber más al respecto, aquí te decimos. 

Los expertos las definen como: las dificultades de aprendizaje que pueden presentar los niños y adolescentes durante su proceso académico, esto a diferencia de sus compañeros de aula.  

Para determinar el tipo de NEE, es necesario realizar una evaluación detallada por un especialista, en dónde se especifique, si son puntuales o permanentes. Es decir, si tienen su origen en causas físicas, cognitivas, culturales o están relacionadas a una discapacidad, esto con la finalidad de darles un tratamiento especializado y efectivo. 

¿Cuáles son las Necesidades Educativas Especiales?

Pueden presentarse en cualquier momento del aprendizaje, ya que algunas se tornan como distracciones, cuya raíz procede de circunstancias como cambiarse frecuentemente de escuela o una situación personal adversa que se vive en casa, no obstante, las causantes son variadas. 

Los tipos de Necesidades Educativas Especiales más frecuentes son:

• Trastornos del aprendizaje: Puede presentar dificultades para aprender a leer, escribir o tener buena ortografía, a veces también se encuentra en cualquier actividad que conlleve aprender.
• Trastorno por déficit de atención y TDAH: Como el nombre lo indica, les es difícil concentrarse. También se presenta por medio de la hiperactividad y el comportamiento compulsivo. 
• Emocionales o del Estado de Ánimo: Son síntomas psicológicos como la inseguridad, miedo, perfeccionismo o actitudes, que afectan el desempeño académico y vida de las personas. Les cuesta seguir las reglas y adaptarse. 
  
• Dificultades físicas: Condiciones de salud que afectan el proceso de aprendizaje, por ejemplo: deportivas o de movilidad. 
  
• Discapacidad cognitiva: Se refiere a las diferencias en los ritmos de aprendizaje y de desarrollo, debido a factores biológicos, culturales o sociales. Pueden ser leves, moderadas o graves, aquí entra el autismo, la dislexia, TDAH, entre otras. 
  
• Dificultades sociales: Falta de habilidades de convivencia, puede incluir respuestas violentas cuando no obtiene lo que quiere o al perder ante una actividad o juego. Estos estudiantes por lo general, terminan aislados, por sus actitudes negativas contra los demás compañeros. 
  
• Discapacidad motriz: Comprende enfermedades como espina bífida o parálisis cerebral que afectan significativamente el desarrollo académico de un niño o niña. 
  
• Trastorno por control de impulsos: Son acciones irresistibles a pesar que lo pongan en peligro a él y a su entorno, por ejemplo, la piromanía. Pueden presentarse desde el nacimiento o adquirirse con el tiempo.  
  
• Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC): Es una obsesión por cosas o acciones, este tipo de pensamientos viene a ellos con mucha frecuencia haciéndoles perder tiempo y desenfocando sus acciones diarias. 
  
• Superdotación intelectual: Mostrar altas capacidades intelectuales (CI superior a 130 de acuerdo a la ONU), también requieren de apoyo educativo diferente al que se imparte al resto del aula.

Se calcula que en México, un 3% de la población infantil es superdotada, lo que equivale a un millón. Los profesionales enfocados en este tema son muy importantes, ya que el 93% de estos niños se encuentran mal diagnosticados con asperger, autismo o TDAH, lo que hace que no reciban el tratamiento positivo adecuado. 

• Trastorno del lenguaje: Son problemas con el desarrollo del lenguaje. Es muy frecuente, afecta a 1 de cada 14 niños en edad preescolar, de acuerdo a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH). Además pueden ser hereditarios, del 50 al 70% de quienes lo padecen, tienen un familiar con la misma condición. 
  
• Trastorno de eliminación: Se considera cuando un niño o niña a partir de los 5 años tiene problemas para controlar sus esfínteres. 

Los encargados de diagnosticar este tipo de condición son los psicólogos infantiles y especialistas en NEE, por lo general, además de examinar al niño o niña, también se indaga con los padres acerca del comportamiento que muestran en casa y en otros entornos. 

La principal misión de los profesionales en este campo, es actuar con rapidez, para evitar que los niños se vuelvan sensibles y logren superar la condición para que no se agraven con el paso del tiempo. Al recibir atención especializada, la mejoría es evidente.

¿Cuáles son las necesidades educativas especiales sin discapacidad?

Dentro de la lista que te acabamos de mencionar, existen algunas condiciones que no están relacionadas a la discapacidad, sino que provienen directamente del entorno o a las capacidades, por ejemplo: la dislexia, disgrafía, disortografía y disfasia. 

También se añaden dentro de este apartado el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastornos del comportamiento, entre otros. Todos ellos requieren de estrategias y metodologías académicas que ayuden a los niños a vencer dichos obstáculos.  

Las necesidades educativas especiales no siempre están a la vista. Durante tu estancia estudiantil puede que hayas convivido con un estudiante que padece Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) (afecta del 2 al 6% de los niños, sobre todo en la pubertad), pero no lo sabrías a menos que se te dijera, esto también es una condición médica que requiere un atención específica.  

Necesidades Especiales Permanentes

Son aquellas que provienen de una condición particular, como lo puede ser una discapacidad intelectual, discapacidad sensorial (visual o auditiva), autismo, discapacidad múltiple, discapacidad motora, etc. 

Recordemos que entendemos por discapacidad, una alteración fisiológica o estructural a largo plazo que afecta una o varias funciones que dificultan la participación e interacción social. 

Importancia de la formación de profesionales especializados en Necesidades Educativas Especiales (NEE)

De acuerdo a la UNICEF, mundialmente hay 240 millones de niños que viven con algún tipo de discapacidad y en México, la cifra comprende 3.5 millones, hasta el 2020 de acuerdo al censo del INEGI en el 2020. 

En Latinoamérica se estableció que los programas educativos deben de contemplar a todo tipo de estudiantes, por lo que los alumnos con NEE, deben de ser integrados a escuelas ordinarias en donde se debe contar con profesionales con una pedagogía centrada en el niño, es decir, inclusión educativa.  

Como Profesional en Necesidades Especiales, el campo de acción es bastante amplio y abarca a las instituciones del sector salud y educativo, instituciones privadas o dentro de la práctica independiente (consultorio propio). Todos estos, enfocados en brindar un apoyo integral pedagógico y de sensibilización. 

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