Cuando se habla de una o un Arquitecto, generalmente se hace relación con un artista. Esto es así porque se trata de una persona que es capaz, gracias a sus conocimientos, de levantar grandes edificios que pueden embellecer una ciudad.
Sin embargo, para lograrlo se necesitan conocimientos técnicos. No basta únicamente con un buen sentido de la estética, sino también de las habilidades matemáticas para asegurar que las construcciones sean seguras y encajen dentro de una determinada ubicación.
Aquellos interesados en estudiar esta carrera deben saber que la imaginación puede ser una de las claves para generar distintas obras. No obstante, la posibilidad de materializarlas también vendrá de la mano con conocimientos milimétricos de las construcciones.
La Física será de gran ayuda para entender la seguridad de lo que se construirá, mientras que las Matemáticas serán útiles para ver qué tan viable es el proyecto. Por eso, el uso de cálculos y fórmulas es habitual en el trabajo de un Arquitecto.
Si bien, con el paso del tiempo los proyectos se han ido digitalizando, es necesario que un Arquitecto tenga una buena mano con el dibujo. Esto puede ser con lápiz y papel, pero también a través de un ordenador. Especialmente, en relación con la prolijidad y el detalle.
Una o un Arquitecto debe estar atento a todos los detalles. Cualquier error en una construcción podría implicar riesgos, motivo por el cual es conveniente que siempre se sepa todo sobre un determinado edificio. Por ejemplo, ante cualquier alejamiento de los planes iniciales, debe ser capaz de advertirlo y modificarlo.
Sin duda, una de las habilidades más importantes. Una construcción requiere orden y pasos a seguir. Esto tiene el objetivo de evitar que sea un caos. Por ende, es fundamental que se adquiera esta práctica para que todos los trabajos sean seguros y de buena calidad.
A veces, la o el Arquitecto tendrá que poner en marcha su propia imaginación para diagramar los planes de sus clientes. Esto abre un mundo de posibilidades, porque podrá hacer innovaciones y generar la mejor estructura de acuerdo con el objetivo determinado.
Este aspecto es más bien subjetivo, pero la realidad pasa por saber adaptarse a cada contexto. No es lo mismo una construcción comercial a una vivienda. Probablemente, los presupuestos variarán, pero también la propia construcción en términos estéticos, por lo que un Arquitecto debe asegurarse de obtener la mejor estética posible con el presupuesto planteado.
Si bien hay personas que lo tienen decidido desde un comienzo, hay otras que adquieren esta pasión a través de los años. Sin embargo, es habitual notar algunas bases de este amor por la construcción en algunos detalles y gustos que estaban presentes.
Una de las primeras cuestiones es el dibujo. Muchas personas aman dibujar, pero no todas saben cómo ponerlo en práctica en una disciplina académica profesional. Sin embargo, no es lo mismo dibujar por hobbie que hacerlo con fines laborales.
Por lo que es importante saber que el trabajo de una o un Arquitecto estará mucho más enfocado en la construcción de planos, con miles de líneas y no tanto con un estilo libre, como generalmente se realiza.
De la misma manera, otro detalle que es fundamental es la organización de los espacios. Un Arquitecto debe buscar sacarle provecho a los lugares y encontrar la mejor manera de optimizarlos.
Esto va mucho de la mano con el aprovechamiento de los lugares pequeños, pues los terrenos no siempre son grandes y habrá que pensar la mejor forma para que el presupuesto se adapte a los deseos de las personas que habitarán el lugar y generar una construcción lo suficientemente espaciosa.
Una o un Arquitecto también tendrá que saber relacionarse con los demás. Es imposible que el trabajo lo haga una sola persona, sino que deberá cosechar relaciones fructíferas con profesionales de distintas áreas para cada uno de los proyectos, especialmente en grandes construcciones arquitectónicas.
Por ejemplo, la o el Arquitecto tendrá que tener una buena afinidad con los diseñadores, constructores e ingenieros para llevar a cabo una idea. Si bien es cierto que cada uno aportará desde su área, también es importante que pueda tener conocimientos básicos de las otras disciplinas para mejorar la comunicación.
En definitiva, todas las personas interesadas en estudiar esta hermosa carrera van a tener la oportunidad de aprender cuáles son los secretos de las construcciones más famosas de la historia y qué se tiene que tener en cuenta para poder armar un edificio desde cero.
De la misma manera, también van a poder poner en práctica proyectos urbanos mucho más habituales, sabiendo que, en muchos casos, serán los encargados de cumplir el sueño de muchas familias: tener una casa propia.
A medida que se estudie la carrera, también se irán descubriendo distintos estilos y tendencias arquitectónicas que también definirán el gusto del profesional por una determinada rama. Es decir, no todas las construcciones siguen los mismos estilos.
Incluso, es posible ser un Especialista de una determinada vertiente de la carrera, para que solamente se encargue de aquellos estilos que más le atraen y en los que más experiencia profesional ha tenido.
En definitiva, la Licenciatura en Arquitectura es para todas aquellas personas apasionados del orden, la visión, la planificación y la construcción, que buscan hacer realidad un proyecto que plasmaron en una simple hoja de papel.
En la Universidad Regional del Sureste tenemos el propósito de contribuir en la materialización de los objetivos de nuestros estudiantes. Por eso es que estamos comprometidos en la formación de Especialistas de este ramo que cuenten con el más alto nivel competitivo y las más desarrolladas habilidades.
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